¿Sabéis qué tenéis que hacer si alguna vez os encontráis con un extraterrestre y no sabéis de qué hablar, porque no entendéis su idioma y porque no tenéis ni idea de cuáles son los temas de conversación típicos de su planeta? Tenéis que decirle:
(bip), (bip, bip), (bip, bip, bip), (bip, bip, bip, bip, bip), (bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip), (bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip), (bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip, bip)...
Cuando agotéis ese tema de conversación (con 13 bips ya deberíais tener claro, el extraterrestre y vosotros, que estáis hablando de los números primos), podéis hacer el siguiente dibujo:
que refleja que cuando una rueda gira una vuelta completa recorre una distancia tres veces y "un poquito más" su diámetro, y podéis enseñarle a vuestro nuevo amigo el símbolo que nosotros utilizamos para referirnos a ese número que también aparece como el área de una circunferencia de radio 1,
y seguramente, en ese mismo momento él os enseñará el símbolo que utilicen en su planeta para referirse a uno de los objetos más fascinantes del Universo, el número p.
Nota: Esta introducción un poco marciana es porque hace poco leí una entrevista de un científico que ha participado en proyectos que intentan comunicarnos con otras civilizaciones (el asunto es serio, ¡no tiene nada que ver con quinto milenio!).
p nos acompaña a los seres humanos prácticamente desde que descubrimos la rueda y en cuanto empezamos a desarrollar las matemáticas intentamos calcularlo con exactitud. Uno de los métodos más simples y elegantes fue el utilizado por Arquímedes. Su idea consistió en aproximar el valor del área de una circunferencia de radio 1 (es decir,
p), inscribiendo y circunscribiendo polígonos regulares (que son aquellos que tienen todos sus lados iguales). Por ejemplo, podemos empezar con el cuadrado:
Reto XVI: Reto I de p (1 punto): Cuando esta tercera evaluación veamos en clase el teorema de Pitágoras, calcularemos que el área del anterior cuadrado inscrito vale 2. ¿Sabrías calcular el área del cuadrado circunscrito y utilizar ambos resultados para decir entre qué dos valores está
p? Tenéis de tiempo hasta el domingo 3 de marzo.
Naturalmente, cuantos más lados tenga el polígono que utilicemos, más se "pegará" a la circunferencia, y mejor será la aproximación que consigamos:
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Pentágono, hexágono y octógono. |
Arquímedes (III a. C.) llegó a hacer los cálculos para un polígono con ¡96 lados! y consiguió la siguiente aproximación:
que si pasáis a decimales veréis que proporciona 3'14, es decir, de forma exacta las dos primeras cifras de p.
Terminamos en modo preguntas y respuestas:
¿Por qué se utilizan polígonos regulares? Porque a ellos es "fácil" calcularles el área
.
¿Por qué Arquímedes paró con 96 lados? En realidad empezó con 6 lados y fue duplicando cada vez: 12, 24, 48 y 96. Seguramente lo intentaría con 192 lados pero se moriría antes de conseguir acabar las cuentas, que eran cada vez más y más pesadas.
¿Alguien continuó utilizando el método de Arquímedes? Sí, hasta que se descubrieron otros mejores. Algunos siglos después, hacia el año 250 d. C., el matemático chino Liu Hui aproximó las cinco primeras cifras (3'14159) con un polígono de 3072 lados, ya en el siglo XVII Vieta hizo las cuentas para polígonos con 393216 lados y llegó a las nueve cifras de precisión (3'141592653, más o menos lo que aparece en nuestras calculadoras cuando les pedimos
p) y el record lo consiguió
Ludolph van Ceulen, un alemán que dedicó gran parte de su vida a calcular:
3'14159265358979323846264338327950288
¡Con razón pidió que grabasen sobre su tumba esas 35 cifras decimales!
¿Cuáles son los métodos mejores que el de Arquímedes? Próximamente en vuestro blog matemático favorito.